Ir al contenido principal

Ofrenda

La atmósfera naranja mece las flamas y un aroma del ayer surge bajo la tierra fría. Entre sombras, un destello se refracta en los vasos con agua, se ven pálidos los colores del arcoiris.

Las flores de los antepasados perfuman los huesos etéreos, la caña, el vino, el amor al pretérito.

Las fotos amarillentas tienen un leve movimiento interno, mientras que las frutas se mueren en la noche. 

La densidad del aire aumenta y se percibe movimiento. Un estremecimiento recorre cada vértebra. Se sienten respiraciones a nuestras espaldas, desde el abismo, en la niebla mental. Es entonces cuando sabemos que desde algún lejano lugar la ofrenda ha sido recibida.

Comentarios

esa foto es de tu ofrenda???me gusto tu escrito¡¡¡
besitos
Isidro dijo…
En efecto Srta. Maquia, fue foto de alguna ofrenda mia(año anterior)...Saludos! :)
Flakicienta dijo…
ESte año quise poner mi ofrenda pero por eso o por aquello otra año que no la pongoo!!
pero tiempo hay mucho :)
saludos muchachitooo!
Torcuato dijo…
Impresionante texto y fotografía.
Me gustó mucho.
Un saludo.
Kres Crimson dijo…
Hola :)
Bueno soy nueva por acá y pues me gusta mucho como escribes :D es simplemente hermoso!!! Me encanto esta entrada de verdad ^-^ espero volver cada q montes algo :P cosas tan bien hechas deben ser leídas y comentadas siempre
Bueno me despido...
Te mando Besos y Abrazos desde La Cueva *Mi Blog* chao <3

Entradas más populares de este blog

Media hora

Cuento publicado en la revista literaria Gargantúa de la Universidad del Claustro de Sor Juana.  Descargar pdf, aquí.   Enlace para ver la revista completa: https://www.academia.edu/33988355/Revista_literaria_Gargant%C3%BAa_ Portada: 

Ella fue...

A la efímera vida la muerte cobra venganza por la crueldad de la tierra, se lleva almas sumisas, se lleva vidas enteras. Mala suerte en general: el vacío que genera, el amargo llanto de la realidad sin opción a cambios. Un sumando para la soledad. Nostalgia absoluta sobre un pasado que tan vivo presente fue, animación final, sonrisas de plomo que caen al profundo océano de lágrimas. Se llamaba Mina por el personaje de Drácula. Nariz oscura y orejas prolongadas, en la escala tonal del dorado, la nobleza corriendo, las sonrisas mordiendo, las piedras del camino comiendo, la complicidad en su mirada, sus palabras mudas. Porte de cazadora, elegancia natural y compañera habitual. Se ha ido víctima de la incomprensión de las sombras, de la envidia por una vida sencilla y sin complejos, ya no habrá quien me robe galletas con sonrisas. Ya nadie correrá hacia mí cuando llegue a casa en esas horas malditas de la madrugada. Ya no habrá suspiros sabios de aquel ser que descansaba