Apenas Ramón se había encontrado consigo mismo veinte años después, la máquina del tiempo se sobrecalentó dejándolo atrapado dos décadas posteriores a su existencia temporal real.
Por suerte el Ramón mayor, que cada vez estaba más difuso, ya había pasado por esa situación y entre los dos con relativa facilidad repararon justo a tiempo la máquina para que cada Ramón mantuviera su vida en su temporal correspondiente y así conservar ambos su existencia.
Comentarios