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Media hora

Cuento publicado en la revista literaria Gargantúa de la Universidad del Claustro de Sor Juana.  Descargar pdf, aquí.





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Ella fue...

A la efímera vida la muerte cobra venganza por la crueldad de la tierra, se lleva almas sumisas, se lleva vidas enteras. Mala suerte en general: el vacío que genera, el amargo llanto de la realidad sin opción a cambios. Un sumando para la soledad. Nostalgia absoluta sobre un pasado que tan vivo presente fue, animación final, sonrisas de plomo que caen al profundo océano de lágrimas. Se llamaba Mina por el personaje de Drácula. Nariz oscura y orejas prolongadas, en la escala tonal del dorado, la nobleza corriendo, las sonrisas mordiendo, las piedras del camino comiendo, la complicidad en su mirada, sus palabras mudas. Porte de cazadora, elegancia natural y compañera habitual. Se ha ido víctima de la incomprensión de las sombras, de la envidia por una vida sencilla y sin complejos, ya no habrá quien me robe galletas con sonrisas. Ya nadie correrá hacia mí cuando llegue a casa en esas horas malditas de la madrugada. Ya no habrá suspiros sabios de aquel ser que descansaba ...

Somos

Somos aquellos que visitamos en tranvía al olvido, los que escribimos nostalgias, los que acentuamos las melancolÍas.  Las sombras nos gustan, nos perdemos en la luz, acariciamos las palabras con las miradas diáfanas hacia el mar.  Vamos a la deriva, al capricho de los latidos del viento, no nos importa a dónde lleguemos si encontramos lo que buscamos.  Nos reconocemos por los puntos suspensivos del corazón y la mente . . . Nos miramos en un pasillo del metro y seguimos de largo, cómplices de la fatiga de la rutina, hartos del plástico y de los vacíos que crecen en las ciudades. Fastidiados de la infertilidad del asfalto para los versos sin dueño. Pretendemos volar con algunas frases, viajar junto con la brisa y ser respirables para buscar algún suspiro. Caminamos física y geográficamente aislados, pero en las soledades nos cruzamos y sabemos que estamos uno del otro tan solo tras la ventana, de esa inmensa ventana vitral empañando los vidrios con la...