Suaves pasos al compás del neón desafían a la noche con todo y sus peligros. Caminar entre las sombras conjuga de manera perfecta el vaivén de las caderas y las notas musicales. Un sentimiento recorre todo el cuerpo, el movimiento del suelo es sensual. Esa mirada brilla hacia ti, te invita, se guiña. Los demás ajenos a esa danza ríen y beben; afuera la gente corre y muere. Sin embargo, su baile provoca que uno se olvide de todo, en absoluto de todo, entre la espesa noche.
Cuentos, minificciones y poco más